El expresidente de Bankia, Rodrigo Rato, se encuentra inmerso en su más inmensa y profunda depresión, en el peor momento de su vida tras lo de las tarjeta "black", al perder sus cojines que tan religiosamente había llevado a reparar en una tienda de arreglos de Gijón.
Rodrigo Rato no ha podido aguantar más con tanta injusticia hacia su persona. La indignación corre por sus venas después de lo ocurrido con sus dos cojines. El exministro de Economía del Gobierno de Aznar vive en sus entrañas las injusticias del "sistema", tras la pérdida de sus cojines que llevó a reparar hace ya unos cuantos meses. Tanto es así que pide una indemnización de 380 euros por sus cojines.
Nos tenemos que trasladar al pasado mes de agosto cuando Rodrigo Rato hizo una visita a la tienda de reparación de ropa y diseño 'PV Entre Costuras', en Gijón. Como ocurre con todo cliente, este le pidió un presupuesto para reparar dos grandes cojines, como de un metro de largo y medio de ancho, descosidos por un lateral. Dicho arreglo iba a suponer la cantidad astronómica de "veinte euros". El que ganara 2,34 millones de euros al frente de Bankia, dijo que aquello le parecía caro. Así es como comenzó esta rocambolesca historia que lleva a un camino cada vez más propio de una película de los Hermanos Marx que de ser algo real.
A pesar de todo, y seguro que a regañadientes, los cojines de "Tío Gilito" Rato fueron cosidos y bien arreglados. Pasados unos días, el amigo Rodrigo no hizo acto de presencia por el comercio. Tal vez recordando sus innumerables buenos momentos vividos en Bankia, este no fue a recogerlos. Pasaron más días, semanas e incluso meses hasta que la propietaria de la tienda, cansada de que nadie se hiciera cargo de ellos y por el gran volumen que ocupaban en la tienda, decidió donarlos a una ONG de Cáritas.
Qué sorpresa y casualidad que a finales de diciembre el bonachón de Rodrigo Rato viene a por sus queridos cojines. La propietaria le comunicó que no los tenía, que tras el largo tiempo de espera estos fueron donados a una ONG. el Consejero asesor de Telefónica Latam y Telefónica Europe, empresa de Telefónica España que privatizó en tiempos en el que fue ministro de Economia y Hacienda, entró en cólera pataleando y reclamando sus cojines, cual niño pequeño, a pesar de que la propietria le dijo que le devolvería el dinero de estos gracias el seguro de la tienda. La contestación del propietario de una de las polémicas tarjetas black fue "que eran unos cojines de gran valor, hechos con alfombras turcas y que su recuperación era imprescindible". No contento con eso, cual matón mafioso, Rodrigo Rato le amenazó diciéndole que se las iba a ver con sus abogados. Además, Rato la llamó cuatro veces más para la devolución de sus tan apreciados cojines.
Qué sorpresa y casualidad que a finales de diciembre el bonachón de Rodrigo Rato viene a por sus queridos cojines. La propietaria le comunicó que no los tenía, que tras el largo tiempo de espera estos fueron donados a una ONG. el Consejero asesor de Telefónica Latam y Telefónica Europe, empresa de Telefónica España que privatizó en tiempos en el que fue ministro de Economia y Hacienda, entró en cólera pataleando y reclamando sus cojines, cual niño pequeño, a pesar de que la propietria le dijo que le devolvería el dinero de estos gracias el seguro de la tienda. La contestación del propietario de una de las polémicas tarjetas black fue "que eran unos cojines de gran valor, hechos con alfombras turcas y que su recuperación era imprescindible". No contento con eso, cual matón mafioso, Rodrigo Rato le amenazó diciéndole que se las iba a ver con sus abogados. Además, Rato la llamó cuatro veces más para la devolución de sus tan apreciados cojines.
La reclamación, que primero fue puesta en una comisaría, del nuevo voluntario social en el Proyecto Integral San Vicente de Paúl de Madrid, en la Oficina Municipal del Consumidor de Gijón está en trámite. La propietaria de la tienda de arreglos se encuentra a la espera de lo que pueda suceder al respecto.
El tema quedaría en una simple anécdota si no llega a ser por la enfermiza insistencia de la devolución de estos cojines. ¿Desea tanto que se los devuelvan por el mero hecho de estar fabricados con alfombra turca? Las especulaciones de los españoles en general, y de los que también engañó con las preferentes en particular, se preguntan si dentro de esos cojines no se encuentra algo más que Rodrigo Rato no quiere que sepamos. ¿Tal vez joyas, dinero, documentos que resolverían todos los casos de corrupción en los que está involucrado este personaje y sus más fieles amiguitos?. Manda cojines el asunto.
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