Ex concejal de Izquierda Unida en Elche se lucra simulando tener cáncer

Estamos en un país en el que la picaresca ha sido una de las armas más utilizadas desde que el mundo es mundo. Esta se ha ido desarrollando al o largo de los tiempo hasta llegar a la corrupción que, de alguna manera, se ha institucionalizado en España. Y esta vez viene de la mano de uno de los calladitos de Izquierda Unida, en Elche. Algo que pone los pelos como escarpias.

Alguna vez nos ha pasado que no tenemos ganas de hacer nada y nos hemos puesto "enfermos". Hemos simulado una tos, una calentura, hoy esto hay que mirarlo de manera seria con la que está cayendo, o un dolor de cabeza acompañado de espamos en los brazos. Pero hay un tipo de simulaciones, o más bien de personajes, que podemos considerarlos de marranadas, pocavergüenzas o, simplemente, descerebrados. Para no decir palabras mayores, aunque las estarán pensando.

Este parece ser el caso del fierecilla Óscar Morales, ex concejal de Izquierda Unida en Elche (Alicante), o como José Joaquín Belda Gonzalvez dice en la web ElcheDigital.es: ""esta gran persona y humanista" o el mejor concejal de Juventud y Solidaridad que ha tenido nuestra ciudad", a la hora de elogiarle cuando el amigo Morales estaba "atravesando importantes problemas de salud.".

Según el diario El Mundo, parece que este buena pieza se aburría con su vida o no tenía nada mejor que hacer, y no se le ocurrió otra cosa que simular un cáncer. Sí, así tal cual. Este desalmado de Óscar se ha estado llenando los bolsillos con una ayuda de 1.000 euros al mes al simular que tenía un cáncer de colon.

La película de "Asalto al tren del dinero" se queda en un film de "Los Pitufos" en comparación con lo que llegó a organizar este señorito ilicitano para poder cobrar esa cantidad al mes. El que fuera concejal de Juventud y Cooperación en el Ayuntamiento de Elche por Izquierda Unida (IU) durante el mandato 1995-1999 y presidente de la Fundación del Elche Club de Fútbol, simuló los informes médicos de hasta tres centros hospitalarios: el Vall d'Hebron de Barcelona, el Hospital Universitario de Sant Joan d'Alacant y el Hospital General de Elche.


En todos estos falsificó todas las resoluciones médicas, incluso, hay que tener pericia para esto, las firmas de los profesionales (oncólogos y radiólogos) que los suscribían. El diagnóstico original lo dio el centro hospitalario de Barcelona. Los tratamientos para luchar contra el cáncer, quimioterapia y radioterapia, ha dicho el propio Morales, que los ha recibido en los dos hospitales de la provincia de Alicante. Tanto fue así, que llegó a engañar a su médico de cabecera para que este le recetara opiáceos de forma regular.

Todo esto se ha sabido porque en el año 2013, a raíz de una de las revisiones periódicas a las que asistía en el Instituto Nacional de la Seguridad Social (INSS), el médico que le supervisaba ya vio algo extraño. Se dio cuenta de que no existía una coincidencia entre los informes médicos que aportaba y el estado real de salud que aparentaba el amigo Óscar.  Todos sabemos que en la mayoría de casos de quimioterapia y radioterapia, el estado y la apariencia fisica del enfermo suele cambiar, a veces, drásticamente. Ante tal duda, el INSS abrió una investigación. Constató que los informes médicos habían sido falsificados. De forma inmediata se le solicitó el reembolso de todo el dinero que había percibido por falsa incapacidad durante los casi 6 años que ha durado este engaño. En total, se ha metido en el bolsillo unos 70.000 euros que ha tenido que devolver con cara de arrepentido y de "lo siento, me he equivocado y no volverá a ocurrir".

Un juzgado de Alicante ha abierto una investigación contra el pobrecito enfermo Óscar, como supuesto responsable de un delito de falsedad documental y otro de fraude a la Seguridad Social. Todo esto a instancias de la Fiscalía de la Audiencia Provincial.  De momento, aunque se ha conocido el caso, no se le ha llamado a declarar. Izquierda Unida de Elche, al conocimiento de la noticia, ha anunciado en un comunicado que ha abierto expediente disciplinario y apartado de la militancia.

Tal vez, en un futuro se piense mejor lo que es estar enfermo de una afección tan grave como es el cáncer. Quizás, si es que se consigue que este personajillo de poca monta acabe en la cárcel y no solo devolver el dinero, lo lleven como voluntario a un hospital o a un centro sociosanitario para que trate con enfermos, por desgracia, terminales, a ver si así se le quitan las ganas de reírse del personal.